Siempre he pensado que el liderazgo va ligado a una serie de elementos que lo potencian y lo complementan, y sin duda los hábitos y la disciplina forman parte de ese grupo de elementos. Los hábitos se construyen de comportamientos aprendidos, la disciplina tiene relación con el orden y con el ser constantes, de esa manera las personas logramos controlar los impulsos que nos alejan de nuestros objetivos. Para lograr efectividad en todo lo que hacemos, es importante que reforcemos los buenos hábitos y que detectemos aquellos que debamos cambiar en nosotros mismos, sustituyendo lo malo por aquello que nos hace más competitivos. Se lee más sencillo de lo que es, sin embargo, estamos en un punto en donde los retos en las organizaciones deben ser alcanzados maximizando todos los recursos, por ello es cada día más importante que como líderes rompamos paradigmas y nos transformemos.

Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva de Stephen Covey siguen vigentes, son atemporales y nos ayudan a lograr nuestras metas como líderes, pero también como seres humanos en el ámbito personal, ¿los recuerdas?: Ser proactivo, iniciar con un fin en la mente, primero lo primero (priorizar), pensar en ganar ganar, primero comprender y luego ser comprendido, hacer sinergia y afilar la sierra. Como puedes ver, son conceptos que, si ponemos en práctica, y además les agregamos disciplina, podemos lograr resultados extraordinarios. Sin importar los modelos de liderazgo que implementes, estos hábitos logran que seamos más productivos, al pensar nuestras acciones siempre enfocados en la estrategia de la empresa, pensando en un objetivo claro, priorizando proyectos, tareas, etc. pero con una mentalidad de hacer el bien y ayudar a los demás, dejando atrás el pensamiento de si tú ganas yo pierdo, al contrario, si tu ganas yo gano y viceversa, siendo empáticos y pensando en cómo se siente el otro con nuestras acciones, trabajando en equipo y sobre todo, manteniéndonos vigentes, actualizados en nuestras áreas, podemos ser altamente efectivos en lo que hacemos. Para ello debemos tener disciplina para lograr un ciclo virtuoso, de tal manera que una vez que terminas el ciclo vuelvas a iniciar, consiguiendo logros nuevos, solo de esa forma podremos vivir los retos que se están presentando en nuestras organizaciones. 

¿Te animarías a poner en práctica estos hábitos valiosos en tu día a día? Pero midiendo el alcance de lo logrado de manera tangible, observando cómo te vuelves más competitivo. ¿no sabes por dónde comenzar? Acércate con nosotros y te ayudamos a enriquecer tus procesos de liderazgo, sin duda tú o tu equipo ya son competitivos, ahora imagina el gran potencial que pueden liberar con nuevos hábitos y disciplinas dirigidas.

Autor: Alejandro Ugalde / Director Asociado de Essenzialudika